El presidente de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina, dialogó con surtidores.com.ar sobre la situación de los estacioneros, en el marco de la fuerte crisis que atraviesa la actividad.
A poco más de un año de la pandemia, las Estaciones de Servicio siguen enfrentando un escenario adverso provocado por las restricciones a la circulación y el contexto económico desfavorable. Al respecto, el presidente de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina, Vicente Impieri, dialogó con surtidores.com.ar sobre las medidas que impactaron duramente en el sector, que pese a las dificultades, mantuvo su condición de esencial desde el primer día.
¿Qué balance hace en cuanto a las ventas de combustibles en el primer semestre del año?
En el primer trimestre de este año se observó una recuperación de la demanda de combustibles en estaciones de servicio; si bien nunca se llegó a los niveles registrados antes de la pandemia, el crecimiento era sostenido.
Esta situación cambió por completo a partir del 15 de abril, luego de la sanción del DNU 241/2021 y las medidas adoptadas por el gobierno nacional y los gobiernos locales con el objetivo manifiesto de contener la propagación del COVID-19 en nuestro país. Las restricciones a la circulación, el cierre de actividades y la interrupción de las clases presenciales en gran parte del país impactaron de lleno en las ventas de combustibles en las últimas semanas de abril, en el mes de mayo y en los primeros días de junio.
La reanudación de las clases presenciales en AMBA a partir de mediados de junio y el levantamiento de ciertas restricciones impactaron positivamente en la demanda de combustibles durante las últimas semanas de junio y primeros días de julio. Si bien todavía no estamos en los niveles pre-pandemia se está observando nuevamente una recuperación de las ventas.
¿Qué perspectivas observa a futuro?
En el futuro inmediato tenemos por delante el gran desafío de hacer frente al aumento salarial del 25,5 por ciento programado en tres cuotas del 8,5 por ciento a ser aplicados en los meses de julio, agosto y octubre próximos.
Decimos que es un gran desafío porque las perspectivas de crecimiento de los ingresos por ventas no son muy favorables, considerando que partimos de un nivel de demanda relativamente bajo junto con cierto congelamiento en los precios de venta en surtidor desde mediados de mayo último.
¿Cómo se afrontan estos desafíos?
Creemos que hay que diferenciar las medidas extraordinarias vinculadas a la pandemia, donde se pueden requerir auxilios extraordinarios como fueron los ATP o REPRO II, de otras medidas necesarias que permitirían no solamente sortear la coyuntura actual sino otorgar una mayor competitividad al sector en el mediano y largo plazo.
Los operadores de Estaciones de Servicio afrontan muchos costos que en gran medida no dependen de la eficiencia en la gestión sino que están vinculados al marco legal vigente o acciones de gobierno.
A modo de ejemplo, el Banco Central resolvió el pasado 11 de junio, a través de la COMUNICACIÓN “A” 7305, reducir a 8 días hábiles el plazo de acreditación que deberán observar los emisores de tarjetas de crédito con relación a las liquidaciones en la cuenta del comerciante que revista la condición de micro o pequeña empresa. Otro hecho positivo es el acuerdo logrado recientemente por el Banco Central con Entidades Financieras que redujo a un día hábil el plazo de acreditación de las ventas mediante tarjetas de débito. Si bien todavía es posible mejorar aún los costos financieros vinculados a los medios de pago, que en un sector con márgenes porcentuales muy exiguos son relevantes, las medidas mencionadas son dos temas en los que venía trabajando desde FECRA hace un tiempo y representan avances para destacar.
Es necesario avanzar con este tipo de gestiones que permitan mejorar la competitividad; por ejemplo tenemos los importantes costos que deben afrontar los estacioneros por la verificación de surtidores realizadas por el INTI y por la compra de kits trazadores para controlar la calidad de combustibles a una única empresa. Estos costos se originan en normas que obligan a la contratación de servicios a una única empresa o entidad y consideramos que muchos de estos costos podrían reducirse o directamente evitarse sin resentir los controles. Tomo solamente dos ejemplos representativos, pero realmente existen muchos otros costos que es posible revisar, tenemos también el asunto de los seguros ambientales en algunas provincias.
Finalmente tenemos la problemática de las tasas que aplican muchos municipios, como ser la tasa de seguridad e higiene o tasa vial, que no guardan proporcionalidad entre el costo del servicio y el monto recaudado y que finalmente son ilegales dado que terminan siendo impuestos encubiertos y los municipios no tienen potestad para crear impuestos.
¿Qué propuestas tiene hacia adelante?
Desde FECRA tenemos la misión de defender los intereses y derechos de los estacioneros, contribuyendo también al progreso de la sociedad. Con este sentido y en línea con los temas mencionados anteriormente creemos que es muy importante trabajar esta agenda de reducción de costos y mejora de la competitividad.