El Licenciado Federico Puntarelli dio una charla a estacioneros sobre cuáles son los ‘síntomas’ que deben tenerse en cuenta para identificar la pérdida de combustibles y por qué es importante hacerlo cuanto antes.
La Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA) dictó una charla para sus asociados acerca de la determinación de pasivos ambientales que pueden ser aportantes de contaminación en las Estaciones de Servicio. La jornada estuvo a cargo del Licenciado Federico Puntarelli, quien es asesor de medioambiente de la entidad.
En diálogo con surtidores.com.ar, el especialista comenta que “la idea fue mostrarles el marco legal que regula la Provincia y Ciudad de Buenos Aires con la idea de establecer los lineamientos de medición que las autoridades exigen; además, indicar diagnósticos adelantados de la situación ambiental de forma tal de prevenir o accionar a tiempo en caso de que haya algún problema”.
“El objetivo de la charla fue que los estacioneros puedan identificar si tienen algunos de estos ‘síntomas’, como baldes rotos o suelos quebrados, manchas de combustibles por debajo del surtidor u olores fuertes en el suelo, que son indicadores que pueden decir que hay pérdidas de combustibles”, explica Puntarelli.
El asesor señala que “siempre es importante identificar a tiempo problemas en el suelo y el agua y poder inmediatamente accionar sobre los factores aportantes, para hacer estudios de hermeticidad correspondientes, establecer el factor de aporte y accionar en función de eso con los trabajos de reparación para evitar que siga habiendo contaminaciones”.
Observa que los problemas más frecuentes por los que pueden desencadenarse pérdidas son baldes o caños rotos por falta de buenos estudios de hermeticidad.
También puede haber problemas por mantenimientos defectuosos de los surtidores o líneas de succión pinchadas por falta de mantenimientos. Señala que, asimismo, podría haber pinchaduras de tanque, aunque indica que esa es una posibilidad “muy inusual”.
Advierte que el hecho de no detectar a tiempo estos problemas es muy oneroso. Por un lado porque puede ocasionar costos que giran en torno a los 150 mil dólares. Por otro, porque la autoridad de aplicación podría imponer fuertes multas, clausura del lugar o hasta el cierre definitivo en casos extremos.
Puntarelli también señala que este tipo de pérdidas devalúan el costo del terreno: “se llama determinación de pasivos, porque lo que vale la propiedad de la superficie para arriba, que es lo que tasa el mercado inmobiliario, menos el pasivo ambiental que es lo que se tiene abajo donde puede haber pérdidas de combustibles que pueden contaminar el suelo”.