EN EL RÁNKING DE LA REGIÓN, EL PRECIO DE LA NAFTA EN LA ARGENTINA ES EL MÁS BARATO DESPUÉS DE VENEZUELA

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De cuanto estamos hablando cuando hablamos de atraso en el sector de los combustibles? Siempre depende si se toma el tipo de cambio mayorista o el libre.

Hace un tiempo atrás y estamos hablando de menos de 10 años, la Argentina era el país más caro de la región, seguido por Uruguay, que sigue liderando el ranking. Si lo medimos en valor de dólar billete, Argentina es el país más barato de toda América detrás de Venezuela.

El estado actual no es nuevo, pero las condiciones macroeconómicas y el atraso en la actualización de los valores por parte del Gobierno, como ancla de la inflación, hace que la República Argentina siga ubicándose en la base del ranking americano.

Según estadísticas, a marzo del 2023 Uruguay se ubica en el 1er puesto, con USD 1,83 por litro, mientras la última ubicación la ocupa Venezuela, con USD 0,02.

Si se toma en cuenta el dólar oficial, Argentina se posiciona en el puesto 8, con un valor equivalente a USD 0,79 por litro, seguido por Ecuador, Colombia, Bolivia y Venezuela.

Pero si el tipo de cambio es libre ($550 por dólar), la Argentina baja tres escalones y se ubica penúlitmo en la lista, con USD 0,44 el litro de combustible súper, el más barato.

Por su parte el gasoil, cuyo precio por litro a nivel país promedia $235 y $255, la Argentina se ubica en el puesto 8o, entre el más barato, con el equivalente de USD 0,61 el litro, detrás de Uruguay, Chile, Perú, México, Paraguay, Brasil y los Estados Unidos.

Más atrás la siguen Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela. En Uruguay, el precio del gasoil grado 2 llega a USD 1,45, mientras que en Bolivia se vende a USD 0,02, mismo precio que la nafta.

Los operadores aseguran que los precios están atra- sados entre un 20% y 25%, esto complica cada vez más a las estaciones, que con un precio virtualmente “pisado” deben cubrir costos que van de la mano con la inflación.

Las ventas minimizan un poco el impacto, que rebotaron luego de la pandemia, la recuperación económica de fines de 2022 y la renovación del parque automotor.

Según cifras del sector, el primer bimestre de 2023 habría sido el mejor en ventas de la última década, si hoy el negocio se sostiene es por volúmenes de ventas.

La situación actual se encuentra complicada por un precio pisado, márgenes que no cambian y costos que se incrementan semana a semana a ritmo de la inflación, incluidos salarios.

La comparación de Argentina con países de la región, es natural que se la ubique dentro de los más baratos en la venta de combustible debido al gran yacimiento de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta, que tiene un potencial enorme, si se sigue avanzando con las inversiones en infraestructuras necesarias.

La importación de combustible nunca fue mayoritaria, de la mano de mayor producción, la composición en los últimos años fue virando para tener más participación de refinación local en detrimento del producto terminado, esto hizo bajar los costos actuales.

El crudo que llega a las refinerías está acordado entre el gobierno nacional y las empresas, lo cual quita competitividad al sector.

Los más perjudicados son los operadores que no reciben nada respecto de este acuerdo.

Si el Estado regulariza el ajuste a los impuestos por el IPC y se recompusiera todo el atraso, la suba en el precio final podría llegar a un 40%, algo difícil en año de elecciones.