Se estima que podría rondar un 3%, similar al mes pasado.
Como cada 30 días, cuando se acerca principio de mes, los automovilistas empiezan a cargar sus tanques ante las periódicas remarcaciones de las petroleras.
En las estaciones de servicio esperan incrementos a partir del lunes 1 de abril y se basan en que hubo suba de impuestos, del dólar y del petróleo, las variables clave que marcan el valor de las naftas y el gasoil.
El mes pasado, para amortiguar los incrementos y su impacto en la inflación, el Gobierno desdobló el impuesto a los combustibles líquidos (ICL), con subas para marzo y abril. Así, para el mes que viene, quedó pendiente un alza de 1% en el precio del diesel, 1,4% en el de la nafta.
Además, el último día de febrero, el dólar minorista cotizaba a $ 40,14, contra los más de $ 43 que ronda este martes. Y el petróleo Brent pasó de los US$ 64 a los actuales US$ 67,7 el barril. El crudo tiene una incidencia del 80% en el precio de los combustibles.
Entre los estacioneros creen que la suba podría tener un piso del 3%: 1 punto del ICL y 2 o 3 puntos por el dólar.
Hernán Landgrebe, secretario de Fecra, la federación de los estacioneros, recordó que «la empresa que marca el aumento siempre es YPF y el resto se adecua para no quedar fuera de competencia».
El dirigente contó que todas las firmas están sufriendo bajas en la venta de naftas y diesel premium, que es donde hay más rentabilidad.
«Si la devaluación sigue, los precios la acompañarán. Además, cada tres meses se suma el aumento del impuesto. El próximo es en junio», agregó.
Los últimos aumentos de los combustibles fueron durante los primeros días de marzo. La primera en incrementarlos fue YPF y luego siguieron Shell y Axion. El alza promedio fue de 2,8%.
Tras los movimientos, los combustibles de YPF, que es la empresa referente del mercado por tener la mayor participación quedaron de esta manera: la nafta premium se vende a $ 44,62; la súper, en $ 38,67; el gasoil se despacha a $ 36,17 y la versión premium, a $ 42,33.