El Gobierno no ve razones para que las naftas suban otra vez

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La Secretaría de Energía informó hoy los nuevos precios para noviembre de los biocombustibles con los que se cortan las naftas y gasoil en las plantas refinadoras.

 

De acuerdo con las resoluciones 105 y 106, publicas en el Boletín Oficial, “el precio de adquisición del biodiesel para su mezcla obligatoria con gasoil” se fijó en $ 28.112 por tonelada, mientras que para mezclar con naftas, el bioetanol de caña de azúcar quedará en $ 21,274 por litro, y el de maíz en $ 19,846.
La vigencia es retroactiva al 1° de noviembre y se trata de un aumento de 2,1% en el biodiesel en relación al valor vigente en octubre, un alza de 8,3% para el bioetanol a base de maíz y una baja de 3,3% para el bioetanol elaborado a base de caña de azúcar Los nuevos precios ya los había adelantado El Cronista en su edición del 1° de noviembre, con excepción del valor del bioetanol de caña de azúcar, que en lugar de aumentar un 15,7%, como se preveía, bajó un 3,3%. Esto generó un fuerte lamento de los ingenios azucareros de Tucumán y Jujuy y una menor presión en las refinadoras.
Según relataron a este medio fuentes de las petroleras, en las próximas horas definirán si aplican un nuevo incremento en las naftas y gasoil o prefieren absorberlo.
En principio, las privadas, como Axion y Raízen -que opera la marca Shell esperarían hasta que la estatal YPF mueva primero, para no quedar en offside.
En los primeros días de noviembre, las refinadoras privadas subieron hasta un 7% los combustibles y quedaron “desfasadas” respecto a YPF, que aplicó un aumento de 2,5% en promedio. Por eso, el fin de semana pasado tuvieron que retroceder.
No obstante, aunque la decisión quedará del lado de las refinadoras, en un mercado que se supone libre (luego de que en octubre del año pasado el Gobierno cesara su intervención), fuentes del Ministerio de Hacienda explicaron que los aumentos de los biocombustibles “no impactarán” en los surtidores.
“En primer lugar, porque el impacto relativo en los precios de los combustibles sería ínfimo: del 0,2% para el gasoil y del 0,3% en naftas. Y en segundo lugar, porque los recientes descensos en el tipo de cambio y el precio del petróleo han dejado al precio actual de los combustibles por encima de los precios de frontera (paridades de importación/ exportación)”, señalaron.
“Por este motivo las petroleras no tienen ningún margen para aumentar el precio, más bien deberían evaluar la posibilidad de volver a reducirlos”, ampliaron desde Hacienda.
Las petroleras, a su vez, aseguran que la refinación y venta de combustibles “no es negocio en Argentina” con estas condiciones.

Fuente: El Cronista